El consumo del vape, se ha convertido en una moda entre adolescentes y jóvenes que de inmediato desarrollan la adicción.

No son una sustancia; si no, una forma de consumir nicotina.

Se trata de dispositivos electrónicos que administran nicotina, sustancia psicoactiva estimulante con alto potencial adictivo.

Cuentan con un cartucho desechable o recargable que se calienta para permitir la inhalación del líquido compuesto por nicotina, formaldehído, propilenglicol, saborizantes y aromatizantes.

A través de estos cigarrillos electrónicos o e-cigs, se inhala vapor de glicerina que termina por provocar insuficiencia pulmonar a corto tiempo, «porque se mete aceite a los pulmones, y se taponean», alertan psicólogos del Centro de Integración Juvenil.

«Creen que se ven fresas y bonitos», señaló el psicólogo Martín de Jesús Pareces García, en conferencia con padres de familia del Colegio Esperanza.

Advirtió que los vapeadores ya son identificados como drogas, sin embargo, el nivel de adicción es distinto en cada persona.

«La gente cree que el vapeador no hace daño y eso lo hace más alcanzable, y si le digo a mi hijo que no es tan grave el vape lo vulneralizo, por lo que tengo que advertir que es malo», expuso el especialista.

Sin embargo el vape está de moda y cada vez resulta más atractivo entre los jóvenes, los hacen de colores, con sabor y en tonos fosforescentes; además los hay desde los 100 pesos en los tianguis, los cuales provocan quemaduras en los labios

«Lamentablemente no existe norma oficial que los regule, de manera que no sabemos que se están metiendo sus hijos, ni las cantidades por frasquito», agregó el psicólogo.

Sobre los efectos, se resaltaron los siguientes:

• Aumento de frecuencia cardiaca y presión arterial.

⚫ Quemaduras en dedos, labios, ojos, cara por explosión o sobrecalentamiento de los cartuchos.

• Posible infarto al corazón y muerte.

La exposición accidental a altas concentraciones de nicotina mediante el líquido del vapeador puede ser muy peligrosa e incluso causar la muerte.