El Barcelona podría descender por el mayor escándalo en la historia de La Liga

En un caso similar, la Juventus de Turín fue enviada directamente a la segunda división italiana

Pese a no estar jugando en los octavos de final del la UEFA Champions League o siquiera un encuentro que sí le toque en La Liga o la Europa League, el Fútbol Club Barcelona está acaparando las portadas de prácticamente todos los diarios deportivos alrededor del mundo y seguro te preguntarás por qué.

Resulta que esta misma mañana, la cadena SER, dio a conocer el inicio de una investigación de la Fiscalía de Barcelona sobre el club azulgrana que gira entorno a un posible enorme caso de corrupción desde el 2016 y hasta el 2018 entre el equipo y la empresa de José María Enriquez Negreira, exárbitro y número dos del Comité Técnico de Árbitros (CTA) entre 1994 y 2018 que involucra pagos de alrededor de 1 millón 400 mil euros.

En caso de que se encuentre la evidencia necesaria para vincular las decisiones arbitrales con los resultados de las campañas durante estos años, el artículo 75 del Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol establece como una infracción muy grave el amaño de partidos y marca sanciones que parten desde los dos a los cinco años de inhabilitación para los autores, la pérdida de seis puntos a los clubes implicados, la nulidad del partido afectado y hasta la pérdida de categoría (descenso).

Recordemos que un club de la talla de la Juventus perdió la categoría en 2006 por el escándalo del Calciopoli, un caso bastante similar al del FC Barcelona que en las peores instancias, podría sufrir las mismas consecuencias y perdería los títulos ganados en ese período, que se traduce en 2 títulos de liga, 3 copas del Rey y 2 Supercopas.

El club ya se expresó al respecto, declarando en un comunicado que estos pagos vienen a raíz de:

“…la contratación de un consultor técnico externo para recibir informes técnicos referidos a jugadores de categorías inferiores del Estado español para la secretaria técnica”. «Adicionalmente, la relación con el mismo proveedor externo se amplió con informes técnicos relacionados con el arbitraje profesional con el objeto de complementar información requerida por el cuerpo técnico del primer equipo y del filial, una práctica habitual en los clubes de fútbol profesionales».

El departamento de Integridad de la RFEF continúa con las investigaciones, pero a menos de que se encuentren pruebas concretas de amaño de partidos, el FC Barcelona saldría del escándalo completamente ileso.

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