La mariposa monarca ha dejado de estar en peligro de extinción; estos son todos los detalles y cómo podemos protegerlas…

La Mariposa Monarca es uno de los insectos más representativos del país, por desgracia se encuentra en peligro de extinción; en occidente, desde la década de los ochenta, ha disminuido su población en casi un cien por ciento. De acuerdo con National Geographic, se alcanzó un mínimo histórico en 2020; en localidades como California había menos de 2,000.

Además de ser una de las mariposas más estudiadas en todo el mundo, hay características inconfundibles que se pueden observar en sus alas, como el color naranja entrelazado por líneas negras y con puntos blancos que se ven desde lejos. Su migración masiva en México durante el invierno se debe a la temperatura acogedora que hay en comparación de Canadá.

Ante la problemática, los modelos en las proyecciones llegaban a la conclusión de que su extinción iba a llegar muy pronto, sin embargo, las cosas han cambiado y han dejado de estar en peligro inminente.

¿La mariposa monarca está en peligro de extinción?

El año pasado, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza había declarado en peligro de extinción a la famosa mariposa, las proyecciones no parecían ir bien. Sin embargo, el pasado 27 de septiembre, la misma organización declaro que el insecto iba a pasar al estado vulnerable.

Los nuevos datos arrojaron que el número había estado disminuyendo más lentamente de lo que se pensaba, contrario a lo que se veía el año pasado, en diversos puntos de América del Norte se siguen reportando apariciones de la mariposa monarca en patios y jardines.

¿Qué podemos hacer para evitar la extinción de la mariposa monarca?

Lo que podemos hacer cuando estemos cerca de estas colonias, es guardar la máxima distancia para no invadir su territorio; en general, hay que cuidar los bosques evitando tirar basura y maltratar a los árboles, así generaremos el menor impacto sobre las mariposas Monarca.

Otras de las recomendaciones de organizaciones como Greenpeace señalan que podemos aportar sembrando algodoncillos nativos, se busca que las mariposas vayan a tu jardín con el objetivo de agrandar el patrón migratorio; evita el empleo de químicos sobre las hojas.