Importaciones chinas desplazan al juguete mexicano

El juguete mexicano ha quedado relegado, cada vez llegan menos de ellos a los árboles de Navidad como regalos, y aunque desde la temporada decembrina hasta el 6 de enero es el periodo en que más se producen y venden estos artículos, su demanda ha ido a la baja frente a las importaciones provenientes de Asia, especialmente de China.

Las importaciones, principalmente, son de consolas y videojuegos, surtidos o bloques de construcción, juguetes que representen animales o seres humanos; muñecas y muñecos que figuran personas iguales o menores a 30 centímetros con vestidos y artículos diversos, entre otros.

Según el estudio “Conociendo la industria del juguete” del INEGI, el 80.2 por ciento de estos artículos provienen de China, de Estados Unidos 6.6 por ciento, de Vietnam 1.7 por ciento, Hungría 1.6 por ciento, y de Dinamarca 1.2 por ciento.

De acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la producción de esta industria ha decrecido; las exportaciones pasaron de aproximadamente mil 200 millones de dólares en 2016 a mil millones de dólares en 2018 y registra déficit comercial -importaciones mayores a las exportaciones- desde hace varios años. Tan sólo en 2018 fue de 672 millones de dólares.

El estudio “Conociendo la industria del juguete” del INEGI también señala que su fabricación en el país se concentra en 27 empresas medianas y grandes; los niveles de empleo se han mantenido estables en años recientes y los insumos que utilizan para la producción son 46.7 por ciento nacionales y 53.3 por ciento, importados.

Asimismo, indica que la exportación de juguetes se destina principalmente a Estados Unidos, con 88.2 por ciento, seguido de la República Checa 2.1 por ciento, China 1.1 por ciento, Canadá 0.8 por ciento, Francia y Reino Unido 0.7 por ciento cada uno, y el resto de los países 5.7 por ciento.

El investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, Arturo Ortiz Wadgymar, especialista en Comercio Exterior de México, consideró que ante ese panorama en la industria del juguete, se debe pensar en una política industrial, no propiamente para fomentar el juguete tradicional, sino para fabricar en el país productos que actualmente se importan de China.

 “Tenemos ingenieros y una tecnología fundamental con la que se puede sustituir importaciones, por ejemplo, de videojuegos y productos de alta tecnología. Se debe apuntalar la industria del videojuguete, que prácticamente no existe”, aseguró.

Desde su punto de vista son varias las causas del estancamiento de la industria del juguete mexicano, entre las que están: los cambios acelerados de la tecnología que hicieron que muchos juguetes de plástico, madera y demás materiales, quedaran obsoletos; así como la apertura comercial impulsada con diversos tratados los cuales dejaron prácticamente sin oportunidades de competir a los fabricantes.

Finalmente, consideró que el juguete mexicano se quedó con ideas del siglo pasado; ya no se juega, no se usa, más bien es de colección, son productos artesanales.

 

 

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