Con lágrimas, Lewandowski consigue su primer anotación mundialista
Finalmente, el primer fin de semana mundialista ha llegado y a pesar de tener un encuentro de rondas finales adelantadas en el Francia – Dinamarca, los ojos del mundo entero están postrados desde muy temprano en el grupo C que, aún con la favorita para llevarse la copa, luego de la primera jornada se tornó en un completo problema matemático y de especulación para predecir a las selecciones que asistirán a los octavos de final.
A la una de la tarde de este sábado 26 de noviembre, en las manos del México está el futuro de Argentina y el último mundial de Lionel Messi. Y es que, pese a que en la previa de la justa mundialista, el grupo parecía un trámite para los albicelestes, el descalabro 2 por 1 de Arabia Saudita demostró que no hay selecciones chicas y en el mundial, cualquier cosa puede pasar.
México, con un pie en octavos
Con el futuro mundialista del 7 veces balón de oro pendiendo de un hilo, todos hablan sobre cómo México será el salvavidas o el verdugo de Lionel, pues si lo sudamericanos son derrotados, matemáticamente quedan fuera en la primera fase de Qatar 2022. Por ello, poco se habla sobre como es que el tricolor ya tiene un pie en octavos de final; luego de la derrota de Argentina y el empate contra Polonia, la clasificación se complicaba para estas tres selecciones, pero después de esta mañana, el panorama en el grupo C se pinta de verde.
Argentina necesita ganar o al menos sacar un empate para seguir en la competición, y México lo veía similar, pero con el triunfo polaco sobre los árabes, la tabla del grupo altera la posición de Arabia y deja al tricolor incluso con la opción de perder por la mínima y derrotar contundentemente a los asiáticos para seguir avanzando en la justa.
Arabia, un equipo de cuidado
Aunque las matemáticas favorecen, los mexicanos no deben dormirse en sus laureles y salir a no buscar nada contra Argentina, pues Arabia no ganó por casualidad y pese a caer derrotados por dos tantos hoy, demostraron un juego de mucha calidad.
Desde el pitazo inicial del encuentro, los árabes fueron al ataque, con una presión altísima que se vio reflejada con una posesión del 64% y que solo pudo ser detenida por una firme defensiva polaca y por uno de los grandes protagonistas, el guardameta Szczesny que negó una anotación desde el manchón penal sobre el final de la primera mitad. Previo a ello, al 39 Zielinski había adelantado a los polacos.
En la segunda mitad, Arabia siguió tratando de proponer, pero sobre el minuto 82, por un error en la salida, Robert Lewandowski robaba el esférico y en un emotivo momento para toda Polonia, arrancó en llanto luego de anotar su primer gol en un Mundial y finiquitando un encuentro muy complicado.
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