Maniobras en la tenebra

Tan seguros estaban en el entorno, y en la jefatura intelectual, del equipo de Tere Jiménez de que sería la candidata panista a la gubernatura que, pese al traspiés de que la debilidad de Marko Cortés lo obligará a aceptar el compromiso de la encuesta, que obraron con esa soberbia que ahora los tiene, a todos, ante la posibilidad más que real de que, como dicen en el rancho, la vaca se les haga panda.

Soberbia, desdén para aquellos que no se sumaban a lo que daban por un paseo triunfal, no pudieron o no quisieron ver que en torno a la figura de la todavía precandidata se estaba acumulando un montón cada vez más grande de señalamientos, ni que los de enfrente, los de Toño Martín estaban haciendo su trabajo, mismo que ahora parece estarle dando réditos.

Pesaron asuntos como el de las luminarias, como el caudal de personas ofendidas y afectadas que dejó un ex titular de Desarrollo Urbano, las manifestaciones exteriores de opulencia de un ex tesorero municipal, las exhibiciones groseras de la amiga metida a empresaria taurina y otros muchos asuntos que calaron entre el empresariado, entre el panismo local y, ahora al parecer, entr la ciudadanía común.

Nadie da por muerta a la ex alcaldesa, pues mentes máquina están ahora tratando de achicar agua del barco, y su vocero y los jilgueros a sueldo, están dando la lucha y tratando de sembrar confusión para no soltar la candidatura de su jefa, pues en ello les va la prosperidad que ya sumaban en sus haberes, amén de que sigue teniendo aliados poderosos en el CEN panista, por lo que el asunto está por decidirse.

Nos parecen, por eso, prematuras las burlas en redes, aunque lo cierto es que en el entorno de Tere se condujeron como si su partido y el electorado todo fueran cosa ya comprada, confiando en exceso en esa estrategia de mercadeo político, en el desdén por las voces críticas, de tal manera que, sin ser definitivo que para eso están las chicanas de las últimas horas, pues en el PAN local están viendo cómo arreglarle las cosas a sus jefes, por ahora muchos ven que les arrebatan de las manos el dulce que se esperaban saborear para los próximos seis años.

Por lo pronto habrá que esperar y saber si los que hoy ven que del plato a la boca se les derrama la sopa, dieron por recibida la lección que les exige un poco de humildad, que no es otra que la de mantener los pies en la tierra.

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